Los mejores discos de 2018

manupalmer
8 min readDec 30, 2018
Portada de ‘Malamente’, de Rosalía. Diseño artístico de Filip Custic.

2018 llega a su fin (por fin). Echando la vista atrás, da la impresión de que han ocurrido muchísimas cosas desde hace casi 365 días. Para bien o para mal, el año termina y es hora de hacer balance (de lo bueno y malo como diría Mecano). O lo que es lo mismo, hacer las listas de lo mejor de 2018.

Objetivamente hablando, ha sido un año musical muy interesante con una enorme presencia femenina (prueba de ello es el cartel del próximo Primavera Sound) y en el que se ha hablado de temas tan típicos como el amor o el desamor desde una nueva perspectiva así como de otras temáticas como las cuestiones de género. Un 2018 repleto de variedad musical y en el que empezamos a admitir como algo natural que no hay ningún estilo musical mejor que otro por mucho que se empeñen los jurados de OT. Podríamos ponernos intensos con el titular del artículo pero si lo has visto es porque es, ¿no? Aquí están los mejores álbumes del año.

10 // Angèle // Brol

La música francesa está de moda y prueba de ello son la gran cantidad de artistas de gran calidad que están emergiendo desde hace unos años que usan el idioma de nuestros vecinos a la hora de publicar canciones. Solamente este año hemos podido disfrutar de discos muy interesantes de la mano de Edy de Pretto, Moodoid, Madame Monsieur (‘Mercy’, representación francesa en Eurovisión este año, se merecía mucho más) o Angèle.

La cantante belga ya había mostrado sus cartas en los singles que había publicado a principios de año con ‘Je veux tes yeux’ o ‘La thune’ pero el lanzamiento de su debut fue la señal definitiva. Un buenísimo disco pop lleno de melodías pegadizas como podemos comprobar en ‘Flemme’ o ‘Balance ton quoi’ y que ha sido muy poco reconocido.

9 // Troye Sivan // Bloom

Troye ha pasado de ser una promesa más del panorama australiano (en un principio creía que era británico pero un lector me avisó y resulta que nació en Sudáfrica y a los dos años se mudó al país oceánico) a convertirse en una de las voces clave del colectivo LGTB en la música pop mainstream actual y tan solo en cosa de un par de años. Gran parte de la “culpa” la tiene ‘Bloom’, su segundo álbum en el que trata de manera natural temas abiertamente homosexuales, algo que no es tan habitual como parece a las puertas de 2019.

Aunque tardó en llegar y la mayoría de singles ya eran conocidos por el gran público, la espera mereció la pena. Muy pocos artistas pueden presumir a sus 23 años de haber hecho cosas tan bonitas como ‘The good side’, colaborar con Ariana Grande en el infravalorado temazo ‘Dance to this’ (otro día hablaremos del homenaje a The Knife en el vídeo) o todo lo relacionado con el single homónimo del disco, ‘Bloom’, estética del videoclip incluida.

8 // Mitski // Be the cowboy

Mitski es una tía muy guay. Ese podría ser justificación suficiente para incluirla en el top de lo mejor del año pero voy a hacer el esfuerzo de justificarme brevemente. Con cinco discos (dos autoeditados), se ha convertido en una artista clave junto a St. Vincent para entender que el rock suena muy bien cuando no está dominado por un campo de nabos.

‘Be the cowboy’ es corto, conciso y va directo a su destino y la prueba de ello es ‘Why didn’t you stop me?’, ‘Washing Machine Heart’ o el temazo absoluto del álbum: ‘Nobody’.

7 // Mariah Carey // Caution

Para los que no somos tan fans, no esperábamos que Mariah Carey (Diva con mayúsculas y deidad del shade y del meme) fuera a ocupar uno de los puestos más altos en la lista de álbumes en 2018, pero lo ha hecho porque bitches get stuff done. ‘Caution’ es el decimoquinto (15º!!) disco de la estadounidense y demuestra que ella está mejor que nunca, que sabe rodearse muy bien y que se puede seguir lanzando música de calidad con casi 50 años; algo que si fuera hombre la gente ya daría por hecho pero así es la sociedad, amigas.

Mimi ha dado un golpe en la mesa para demostrar que aún está viva y coleando y para ello se ha rodeado de Ty Dolla Sign o de Blood Orange, que ya sabemos que este último convierte en oro todo lo que toca, dándonos un sonido r&b tan elegante a como nos tiene acostumbrados. Get festive!

6 // Soleá Morente // Ole Lorelei

En un año dominado por Rosalía es impensable no apreciar también el discazo que se ha marcado Soleá Morente con ‘Ole Lorelei’. Flamenco, fandango, autotune y electropop se juntan en un disco que más español no puede sonar. Destacan claramente ‘La alondra’, ‘Olelorelei, el canto al amor tóxico de ‘Ya no sólo te veo a ti’ o el temazo absoluto que es ‘Baila conmigo’ con el toque inconfundible de Joe Crepúsculo.

Por si esto ya no sonara interesante, la presentación en directo de este trabajo ha sido una auténtica fiesta española en la que ninguno de los asistentes quería que llegara el final. Y muy pocas artistas son capaces de conseguir eso.

5 // Lykke Li // so sad so sexy

Lykke Li sigue tan triste como nos tiene acostumbrados pero ahora además ha abrazado su sexiness, lo que ha derivado en un cuarto trabajo de la cantante sueca que lejos de sonar monótono, muestra evolución. ‘I never learn’ (2014) dejó el listón alto pero ‘so sad so sexy’ ha logrado, al menos, mantener el nivel.

Los nuevos sonidos cercanos al trap han demostrado que Lykke es solvente en cualquier género siempre que aporte su marca personal. Muestra de ello son ‘sex money feelings die’, ‘jaguars in the air’, ‘two nights’ o el hit ‘deep end’ con su pegadizo “swimming pool swimming pool”.

4 // The Blaze // Dancehall

Hay una gran mayoría de gente que lo que busca (buscamos) con la música es evadirnos de alguna forma. Otros buscan una manera de expresarse a través de ella. The Blaze consigue el equilibrio perfecto entre la electrónica ideal para evadirse alzando las manos al aire y dejándote llevar y los ritmos llenos de capas y capas que cuentan en sí misma una historia.

Para prueba de ello los videoclips y los directos tan visuales del dúo francés, estéticamente cuidados casi al milímetro, con historias verosímiles (generalmente sobre colectivos minoritarios) y logrando que los fans nos quedemos con ganas de más. Los conocimos en 2016 y tras su magnífico EP homónimo, había expectativas con su disco debut. Y lo cierto es que no han decepcionado en absoluto.

3 // Christine & The Queens // Chris

Poco más se puede decir de uno de los álbumes mejor valorados de 2018 por multitud de medios. Christine & The Queens (o más bien Heloise Letissier) venía de firmar uno de los debuts más impresionantes de la década por lo que tenía una tarea complicada ante sus manos. ‘Chris’ es un disco complejo: suena fluido pero está lleno de detalles y con cada escucha, se pueden encontrar más y más capas. Pero sobre todo, este disco es un buen reflejo de la sociedad actual.

En él se habla de amor, desamor, acoso o sexo y todo desde una perspectiva de género a la que la música no suele estar acostumbrada. Una instrumentalización muy ochentera, unas letras sobre las que gira todo el concepto del álbum (tanto en inglés como en francés Heloise demuestra ser una de las mejores escritoras de su generación, para muestra la montaña rusa que es ‘Doesn’t matter’ con multitud de estrofas y casi sin tiempo para respirar) y un directo que afianza la idea en la que se basa el trabajo hacen de ‘Chris’ un disco clave del año.

2 // Robyn // Honey

Robyn está de vuelta. Celebramos. Había mucha expectación con lo que podía salir de la cabeza de la artista sueca después de 8 años de silencio (en solitario, que la mujer se ha hartado a colaborar en varios proyectos desde entonces). Cuando lanzó este verano ‘Missing u’, fueron muchos los que dijeron que ya no era la misma cantante que lanzó el hitazo ‘Dancing on my own’. Lo cierto es que no, no es la misma persona (ella misma lo ha reconocido) pero es que en realidad no le hace falta.

‘Honey’, cuyo tracklist se corresponde cronológicamente al orden de escritura de Robyn, parte desde la muerte de un amigo cercano de la artista en 2014 al mismo tiempo que sufrió una ruptura sentimental. Es en ese punto bajo desde el que nace todo el concepto del álbum, de una persona que no tiene mucho que perder y que poco a poco va recuperando su lugar en la vida y en ese sentido Robyn es única transmitiéndolo. Para ello dejó el pop aparcado a un lado y se centró en la electrónica más club.

“Cuando escuchas ese tipo de música, no hay recompensa (…). Tienes que disfrutarla tal y como es” afirmaba al New York Times. Y nosotros la disfrutamos. Robyn ha evolucionado y nosotros también. Robyn está disfrutando y el mundo con ella.

1 // Rosalía // El Mal Querer

¿Quién nos iba a decir que una joven española iba a conquistar medio mundo con su música mezclando flamenco y ritmos urbanos? ¿Que iba a coronar las listas de Pitchfork o los tops de lo mejor del año en Billboard? ¿Que iba a estrenar singles en BBC Radio 1, la radio musical más importante? ¿Que decenas de famosos, miembros de la familia Kardashian incluidas, iban a subir Stories con sus canciones de fondo?

‘El Mal Querer’ es una auténtica obra de arte que toma una historia del siglo XIII y la traslada a nuestros días. Yo con eso ya me caigo de culo. Por si fuera poco, la producción está tan estudiada al milímetro que cuesta creer que Rosalía no estuviera trabajando en ello junto a El Guincho desde hace cinco años en vez de los casi dos que les costó en total. Me podría extender pero Jaime Altozano ya lo hizo más extensamente y con mejor conocimiento.

‘Malamente’ y ‘Pienso en tu mirá’ (y sus videoclips de la mano de Canada) ya son historia de la música española. Ambos singles se pueden apreciar de manera independiente pero funcionan a la perfección en el conjunto del disco, formando una historia en la que las piezas encajan como pocas veces hemos podido apreciar en los últimos años. En definitiva, un fenómeno que esperamos que tarde mucho en desaparecer. Larga vida a Rosalía.

--

--